Soy la típica persona, que me guardo todo para mi. Te insultan, lo asimilas y te lo tragas. Te regañan, y no dices nada y te lo tragas. Tienes ganas de llorar, y lloras solo, sin nadie al lado y lo tragas. Y así miles de cosas, miles de cosas que uno aguanta día tras día y que se las guarda, hasta el día que me canse, el día que explote y suelte todo a la cara y deje las cosas claras, punto por punto, y así a todas las personas con las que tengo y tendré algo pendiente, porque me caracterizo por perdonar, pero nunca, nunca olvidar. No olvido nada, ni un simple insulto.
Y el día que explote, encima, habrá alguien que tengas las santas narices de decirte que te calles o que te tranquilices y me pregunto: ¿por qué tienen tanta cara de decir eso? Porqué el mundo es así de hipócrita y así de injusto y egoísta.
Pero lo que me diferencia de esas personas es que se vivir la vida al día, de ser el que soy y no el que quiero ser.
Gracias L.M.N :)
Me encanta tu sinceridad, y sobre todo el título de esta entrada. Más claro no se podía decir.
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¡AMEN! xD
Muchos besos :D