Me bajo dos paradas antes para andar y pensar en silencio escuchando música, sí, esa que nunca te falla. Andar, andar y andar,...pensar, pensar y pensar. Pienso que muchas veces la vida es injusta, que quizás no sea suficiente, pero en el fondo soy feliz. Digo en el fondo porque a día de hoy, no sé lo que es ser feliz, no porque no lo haya experimentado, sino porque creo que llega un momento en el que quieres más. Siempre me he conformado y he sido feliz con nada, con eso a lo que llamamos: "pequeños momentos".
El caso, es que me doy cuenta de que esos pequeños momentos no son suficientes, que quiero más, que me encantaría salir una noche y gritarle al mundo todo lo que me he guardado durante 17 años.
Tras quince minutos, llego a casa empapado, abro la puerta y pienso: "a partir de ahora todo será diferente". Esbozo una sonrisa.
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