Hace unos días pensando en lo que iba a pedir a los reyes decidí no pedirles nada material, solo cosas inmateriales, cosas que de verdad me hagan ser mejor persona de la que soy. Decidí pedirles felicidad y humildad, humildad para todos aquellos que te miran por encima del hombro, y que se creen mejor que nadie.
También les rogué fuerzas, fuerzas para seguir adelante, ya que estos 5 meses que tengo por delante, más de una vez necesitare un grado más de fuerza, de amor propio. Pero esto no solo lo pedí para mí, lo pedí para todo el mundo, desde el más bueno hasta el más malo: Felicidad para los tristes, humildad para los fuertes y fuerzas para los débiles.
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