Mañana de vuelta a la rutina. Otra vez, otra vez más a dar lo mejor de mi, otra vez a reírme con mis compañeros, con mis amigos, con los que más quiero. Otra vez a aguantar a personajes. Otra vez a escuchar a los profesores. Otra vez a estudiar. Otra vez a levantarse pronto, a que suene el despertador y no puedas evitar ese frase: "tengo mucho sueño, cállate de una puta vez". Otra vez a pasar frío. Otra vez a hacer deberes. Otra vez LO MISMO, LA RUTINA.
Por un lado me alegra volver a clase, quiero demostrar que puedo, que puedo con todo lo que se me ponga por delante. Quiero demostrar que la sonrisa no me la quitará nadie pase lo que pase, y sobre todo quiero demostrar que soy YO, que soy capaz de todo y que cuantas más veces me caiga, más veces me levantare, sonreiré y diré: "no va ser tan fácil deshacerse de mi".
Por otro lado no quiero volver a clase, ha sido uno de las mejores navidades de mi vida. Me lo he pasado tan bien, he disfrutado tanto, que me resisto a volver a la realidad. A vuelto a mi la ilusión de la navidad. Ver a niños corriendo al ver a un Papa Nöel que les quiere dar un globo porque les da miedo, ver a pequeños, grandes y menos grandes disfrutando con la cabalgata, con los reyes, abrir los regalos como si fuera la primera vez que los abro y los veo,.... Eso es impagable, es inconfundible, es la ostia. ¡Eso es vida! Eso es lo que hace que esté siempre sonriendo.
Fiel a mi propósito, seguiré mi camino y mi ideal, que es sonreír, ser feliz y con ello hacer felices a los demás. Nadie me va a parar, nadie me va hacer dejar de sonreír. Conseguiré mi propósito, conseguiré todo en este año, porque no es que vaya a ser mi año, es que voy hacer que sea mi año, porque o lo conseguimos nosotros, o nadie lo hará. ¡SER FELICES!
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