Ha sido uno de los mejores fin de semana de mi vida. No exagero, no. Me lo he pasado en grande, me he olvidado de todas las miserias por las que pasamos, en general, todos. Me he olvidado de los problemas que tengo; me he olvidado de aquellos que no han dado nada por mi; me he olvidado de lo que paso hace un mes; en definitiva, me he dedicado a disfrutar y vivir un poco más mi vida.
Me siento orgulloso de tener a los mejores amigos que pueda tener. No sé si lo leerán, si algún día les picará la curiosidad de saber lo que escribo o lo que siento.
Esta entrada, como muchas otras, va por ellos. No sólo por dos días de fiesta, no; es por mucho más, va por estar ahí cuando más lo he necesitado, por demostrarme, que todavía hay gente a la que le importo.
Hay una cosa que me han enseñado y es a vivir, a disfrutar, a sentir cada minuto de esta vida y a reirse de ella, a pesar de todas las desgracias que pasen, porque "lo importante es el camino y en él, caer, levantarse, insistir y aprender" (Mago de Oz).
Cualquiera de ellos te puede dar una lección en la vida. ¡Sí! algunos tienen sólo 18 años y otros tienen 32, pero cada uno, tiene algo que decirte para no cometer su mismo error.
Gracias por todo.
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