Llega ese momento en el que dejas de luchar o lo das todo
por perdido. Mejor olvidar que sufrir tontamente. En gran parte es otro fracaso
y por otra, una manera de demostrar valentía.
Llega el momento de centrarse en otra cosa. Cuando esperas
algo durante mucho tiempo acabas decepcionándote, bien porque no ocurre como
crees o directamente porque no ocurre. Es ley de vida.
Esto lo escribo para que quede patente que desde hoy, en este
mismo instante, todo por lo que he sufrido estos días será olvidado y borrado.
Sé que no es fácil y no pretendo que lo sea. Será como pasar la página de tu
mejor libro y sentir que dejas marchar un conjunto de letras que te hacen
soñar, pero en esta vida se necesita suerte y en este caso, no la he tenido.
Borrón y cuenta nueva.
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